os los presento

Estos son mis monstruos. Algunas veces vienen a visitarme, dicen que sólo serán unos minutos, quizás horas, pero mienten una y otra vez. Se sientan en el sofá e incluso apoyan sus pies sobre la mesa, toman el té con delicadeza y lo sorben sin hacer ruido. Los días con los monstruos suelen transcurrir como cualquier día normal, me acompañan en el metro y a hacer la compra, me observan fijamente mientras me peino o bostezo y me ayudan a ponerme el abrigo cuando salgo a pasear.

El problema empieza a la caída de la tarde, cuando el sol desaparece lento. Mis monstruos, que no dejan de ser monstruos, se vuelven feos y feroces, sus dientes se afilan y sus pupilas se dilatan como si fueran a comerme. Crecen sus uñas y se vuelven largas y amenazantes, y sus bocas grandes cambian el silencio sepulcral por unos gruñidos y gemidos que hacen temblar las paredes.

y yo ya soy demasiado mayor para esconderme debajo de la cama.

Noviembre

No hacía mucho frío, pero el viento se colaba por las rendijas más imposibles de las ventanas de mi casa y provocaba unos silbidos que hacían crujir los cristales. En las noches en las que el sonido se volvía tan fiero que no me dejaba dormir, aprovechaba para leer novelas tristes e imaginaba que mi casa lloraba conmigo, como cuando me partían el corazón y las esquinas se volvían feas y lúgubres. Al final siempre me dormía, con los pies fríos y el libro en las rodillas.

El otoño más lento del mundo

Algo tan simple como estar aquí sentada resfriada mientras se cuela el olor de la cena que están preparando en la cocina por la puerta entreabierta de mi cuarto, mientras suenan canciones que nunca antes había escuchado, hacen que el día de hoy ya haya valido la pena. Espero que el vuestro también.



fotos de hace un otoño por cortesía de mi pequeño C y de Manel,
©aurevoircristina

buenos días de puente (o todos deberíais de escuchar a Ramón, II)

Me he visto forzado a retirarme de la escena tétrica de los amantes

aquellos ratos de verano

Aunque parezca increíble no hace mucho tiempo el sol me cortaba los labios y me aclaraba el pelo, el agua de los aspersores entraba por la ventanilla bajada del coche y los mosquitos destrozaban mis rodillas a las ocho de la tarde mientras nos sentábamos a mirar la puesta de sol.

Pero lo que más echo de menos es tomar horchatas en mi sitio favorito de las horchatas.

Espero que el invierno también me deje recuerdos maravillosos.




C.

las chicas como Octubre

Octubre está siendo sosegado y dócil. Hice una lista de todas las cosas buenas habidas y por haber del mes:

1. ilustrar un cuento para niños con el maravilloso título de: 'llueve sobre las azoteas'

2. Terminar un libro de Oscar Wilde con el maravilloso título de: 'Algunos cuentos de hadas'

3. Estrenar botas de agua nuevas

4. La colección de Disney para MAC (próximamente en el blog :3)

5. Celebrar que tengo un amor

6. Alimentar a mi pez

7. Terminar las tareas de clase (próximamente en el blog :3)

8. Esperar con los brazos abiertos la publicación de la revista en la que colaboré (próximamente en el blog :3)



Y desearos un miércoles lleno de buenos recuerdos a todos. En especial a todas las chicas como Octubre.




C.

Kilojoules

Me contaron que al traspasar el cielo y antes de llegar a la capa de ozono hay un trayecto de 20 minutos que ni la NASA con todas esas máquinas es capaz de detectar. Allí viven los Kilojoules, que son unos guerreros del espacio que combaten cada noche contra monstruos y pesadillas estelares. Ellos son los encargados de que no nos invadan unos bichos verdes plutónicos que se alimentan de los besos. Dicen que hace millones de años ocurrió y se desató la guerra de los besos, pero esa ya es otra historia.



Los frames son del video Bombay, de El Guincho. Me encanta ese video, a veces lo miro y remiro con el audio apagado.




C.

los otoños

Y si te prometí que te compraría París

era mentira.




fotos por C.

estoy segura

hay personas que solo se merecen cosas buenas